En Europa 15 países podrían desaparecer por falta de población

Al despertar, Dinko Valev mira el cielo y evalúa el clima. Yámbol, la provincia en la que vive, ubicada al sudeste de Bulgaria, a menos de 60 kilómetros de la frontera con Turquía, tiene un clima cálido en verano. Si está soleado y despejado, toma su moto, se reúne con sus amigos y sale a capturar inmigrantes.

Valev es un hombre de 32 años, musculoso, de cabeza rapada y tatuado. En 2016 se hizo famoso en la televisión de su país tras ser protagonista de un reportaje donde se describía cómo retuvo a 12 hombres sirios, tres mujeres y un niño que intentaban entrar a Bulgaria por Turquía de forma ilegal. Desde ese día, y con cierto amparo de las autoridades, tomó como “deporte” capturar a inmigrantes y entregarlos a las autoridades.

Tres años después otro extranjero llegó a su país. De sotana blanca y con el usual gorro en la coronilla de su cabeza, el Papa Francisco arribó a Bulgaria en una visita apostólica la pasada semana.

Allí el pontífice pidió abrir las fronteras. Agotado el discurso de la solidaridad, Francisco prefirió presentar una “oferta” de retribución, pues pese al desagrado de Valev y de otros cientos de búlgaros, los inmigrantes parecen ser la única opción para que este pequeño país en el sureste de Europa, amenazado por la perdida de población, no desaparezca.

Todos se van

En 1950 en Bulgaria vivían poco más de 7 millones 250 mil personas. Hoy, 70 años después, viven 7 millones 102 mil personas. La población no se quedó estancada, de hecho, en 1986 los búlgaros casi llegaron a ser 9 millones. Sin embargo, en las últimas tres décadas su población ha bajado insistentemente y se prevé que lo siga haciendo hasta, mínimo, el año 2100.

Bulgaria hace parte de un no tan aplaudido grupo de 51 países del mundo que según la ONU perderán peligrosamente población en las próximas décadas. 15 de esas naciones, entre ellas Bulgaria, todas en Europa, tienen tan peligrosos indices que incluso se plantea su posible desaparición. Los expertos han denominado a este fenómeno el “Invierno demográfico”.

“Es un concepto que básicamente define un freno en la dinámica demográfica: la gente no se está muriendo, pero tampoco está naciendo”, explica Sandra Patricia Velázquez, docente investigadora del área de demografía y población de la Universidad Externado de Colombia.

La población no muere, o para más claridad, fallece cada vez a mayor edad, debido a mejores niveles de salubridad, y en simultaneidad el indice de nacimiento no aumenta, de hecho se reduce. Este es un fenómeno cada vez más usual en Europa.

 

www.elcolombiano.com

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